sábado, 19 de febrero de 2011

Regalo inesperado

Marvin es como Dylan, aquel lento y tierno muchacho bueno de 5º, pero en pequeño. Tiene 7 años. Como el entrañable y peleonero José. El inolvidable César de mis primeros años en la docencia. El querido Emigdio, tan corpulento como inocente ó David, el de las almejas que son cosas y no animales.

Tiene muchas cicatrices en la frente. El color tostado de su piel no logra disimularlas del todo. Lleva el brazo derecho lleno de pulseras. La ropa algo percudida y su almita de niño ya estigmatizada como "Marvin, el tremendo". No es muy afecto al trabajo. Se pierde en los ecos aquellos de "no se aguanta", "no trabaja", "es insoportable", "es flojo".

Apenas terminaba una historia tristemente, lloraba el inevitable final y de pronto una llamada telefónica cambiando todo el panorama. Dando un sesgo importante. Un giro inesperado.
-¿Te interesa?
-¡claro que me interesa!
Y el miércoles ya estaba de regreso en la docencia.

Una escuela de barriada. Un aula sin electricidad. 25 niños inquietos. Una oportunidad. Un regalo.

Había olvidado cuanto amo eso. Me obligué a hacerlo. Las circunstancias no daban para mas.

Pero ahora estoy de nuevo en el frente. Como soldado raso. Contenta, llena de entusiasmo. El reto que se me presenta es vivificante. Un grupo de segundo grado de primaria con retraso. ¿Qué mas puedo pedir?


jueves, 10 de febrero de 2011

Entrañables

Es temporada de ballenas. Uno puede tomar el bote que sale del puerto de Ensenada para acercar al turismo donde los cetáceos. Lo malo de eso es que la travesía en esos viajes de avistamiento dura 4 horas. Y la verdad, salir a mar abierto en uno de esos botes no tan grandes, me acobarda un poco. Tal vez me anime alguna vez, pero por el momento me contentaré con ir al carnaval.

Son curiosos los recuerdos mas entrañables que de pronto me asaltan. Y no se exactamente a qué se debe. Pero la tarde que subí hasta el Palatinado en Heidelberg, Alemania. El paisaje del entorno, el clima. Un viento suave y fresco que agitaba mi cabello. Recuerdo haber estado tarareando alguna melodía. Iba sola. Me quedé a solas. Pero llevaba amor en mi corazón... igual que ahora.

martes, 8 de febrero de 2011

Soliloquios

Los días han estado maravillosos, después del intenso frío que se dejó sentir la semana pasada. Puedo salir al sol y verlo de frente sonriendo. El dolor se está diluyendo. Puedo cargarme de optimismo cada vez mas con mas frecuencia. No es fácil y nadie dijo que lo fuera. Algunos bienintencionados (varones sobre todo) me dicen que de vuelta a la página y siga con mi vida. Que me olvide de esto y aquello y tan tan.
He estado depurando los recuerdos. Los que deseo quedarme y los que deseo largar. Pero algunos son rejegos. Son como costras calcáreas. Hay que trabajarlas un poco mas. Pero saldrán. La belleza no estaba en él. Sino en mis ojos. Me di cuenta hace un par de días. Viendo mi casa de lejos. A mis hijos. Los grandes y el pequeño. La vida sigue y brota por los poros. Noté que ya no existe derrotismo en casa, sino espíritu de lucha. Las mentiras se fueron. Quedó la verdad. La cobardía huyó de casa. Quedó una familia que se ama y está aprendiendo a vivir de otra manera. Un muchacho aprendiendo a ser hombre. Una chica saliendo adelante. Un niño que ha sufrido mucho y se está adaptando. Una mujer dando la batalla, enfrentando al mundo y luchando por sus hijos.

La traición, como cucharacha ante la luz, fue a esconderse en alguna oquedad oscura y maloliente. 

Soy afortunada ¿por qué lloro entonces si salí ganando?

Te diré por qué. Yo no lo hice a él. Ni él me hizo a mi. Ya éramos como dos notas musicales simples e independientes. Pero al unir nuestros sonidos, logramos crear una melodía que se escuchó bien durante mucho tiempo. Luego el tono comenzó a desafinar, hasta terminar en graznido.
No lo echo de menos a él. Sino a lo que fuimos juntos. La canción en mi alma se hizo sinfonía y siguió creciendo. ¡Qué sensaciones!
Hoy el concierto a dúo terminó en solista.
La solista se siente un poco perdida. Afónica y desencantada.
Sabe que la vida es posible vivirla sin música de fondo. Muchos lo hacen y son vidas normales. Pero también sabe, que no se conformará con música común... y sufre un poco su pérdida.

viernes, 4 de febrero de 2011

Año 2006

Octubre 14

Me recuerdo viajando, probando mis alas, con el alma un poco adolorida por cicatrices viejas, un poco solitaria, buscando sonreír y ser feliz... con el cabello largo ondeando al viento, vestida de jeans, botas vaqueras y blusa de seda. Emocionada, intensa y pretendidamente segura de mi... me recuerdo asustada, pero con la barbilla en alto, desafiante... recuerdo que pisaba firme, pero con el corazón latiendo a mil por hora... recuerdo aromas y paisajes que luego he recorrido muchísimas veces mas tomada de su mano. Feliz y soñando... viviendo un sueño... y soñando una vida plena.

Noviembre 14

A veces un hombre simple... no es un simple hombre...
A veces, en sus simplezas se enredan cosas mas complicadas...
El amor es complicado a veces... difícil a veces... pero maravilloso siempre.
Hombre simple... hombre maravillosamente simple... TE AMO

 
Diciembre 22


De regreso a casa, la imaginación, la mente despejada, no se... era temprano, mucho para andar en esos rumbos de la ciudad. El centro suele no despertar antes de las 8 de la mañana... pero es diciembre, vísperas de Navidad... el ambiente, el café delicioso en mi taza robada... de pronto estuve a mas de veinte años de distancia, en el pasado... nunca nadie me amó así, ni antes, ni después, ni ahora mismo... ¡somos tan distintos!... y sonrío con dulzura ante el recuerdo de ese hombre simple, que me hace sontir plena y feliz... ¿cómo pudiste elegirme? le digo ahogando una cacajada al escuchar lo que escucha en la radio... al recordar lo que ve por tv, al pensar lo poco que llega a leer en ocasiones y que sin imágenes le aburren de inmediato... pero cuando su mirada me recorre con esa luminosidad tan especial... cuando sus brazos me abrigan por las noches en que las cobijas resbalan de mi cuerpo... cuando me llama una y mil veces solo para saber cómo estoy y lo que hago... preguntando si necesito algo, coqueteando con la mujer a la que lleva unido mas de veintitres años... no... nadie me ama como lo hace él... y yo no amo a nadie mas de la misma manera.


El lunes 14 de febrero de 2011 en punto de las 9 de la mañana. El hombre maravillosamente simple y la protagonista de los textos anteriores, tienen la primera de dos citas con un juez de lo familiar que dictaminará la sentencia de divorcio.

... como dice la letra de OJALÁ, de Pandora: "cada historia tiene su propio final"

jueves, 3 de febrero de 2011

Fugas


Aquel libro de pastas grandes, no obstante el paso del tiempo, conservaba los colores vivos. Las imágenes del interior, tenían tonalidades muy semejantes a los ojos hipnóticos de las plumas del pavo real. Era un libro de cuentos ilustrados de las mil y una noches. Leía sentada en el piso. Bajo el porche de su casa. "Si tuviera una lámpara maravillosa como la que encontró Aladino, le pediría viajar por todo el mundo". Aquello era su deseo ferviente. Dar mas que una simple mirada a tierras lejanas y misteriosas. Anhelaba ver con sus sentidos puestos en ello. La vista, el olfato y el oído, para darse gusto disfrutando del entorno.

En ocasiones, el tapete de la sala se convertía en su alfombra voladora. Era ahí donde echada sobre su vientre, dibujaba y escribía, leía y soñaba. La cosa era tener un mundo mejor y algo distinto de su realidad. Cuando menos de la parte que no le gustaba. Tenía una mascota que la acompañaba silenciosa en esas escapadas imaginarias. Se llamaba Nefris. Era una doberman mestiza de poca alzada. Fiel y tranquila. Pero ladrona de chorizos y salchichas de la tienda del barrio. La propietaria del local quería mucho a la mestiza. Por ello no la maltrataba cuando por descuido, alguien dejaba abierta la puerta del refrigerador de las carnes frías y la Nefris era descubierta saliendo como rayo con una tira de chorizo en el hocico. Lo mas que la buena señora llegaba a hacer, era solicitarle un nuevo capítulo de las novelas rosas que la muchacha escribía a mano. Historias manuscritas entre líneas en inglés de algunos libros viejos.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Triunfos

Dijo Martha -una de las muchas disfuncionales amigas que tenía- que se debe triunfar en la derrota. ¿Cómo puede haber triunfo en la derrota? preguntaron los demás disfuncionales que la escucharon hablar desde una improvisada tribuna. La pelirroja sonrió. Sus ojos, aunque  pequeños, eran, al igual que su rostro. Increíblemente expresivos. Sí, reafirmó su propuesta. "Siempre me he derrotado sin luchar. Para hacer una solicitud de aumento, por ejemplo. Me decía a mi misma: ¿para qué, si de todos modos no me lo van a dar?" Y me derrotaba sin hacerle la lucha a lo que deseaba.

Hoy quiero triunfar en la derrota. INTENTÁNDOLO y tal vez fracansando en el intento. Aunque ¿quién sabe? en una de esas y me sale bien el asunto.
Dejó pensativa y entusiasmada a la escasa audiencia. Todos eran unos fracasos. A galope tendido o a paso lento. Pero fracasos ambulantes. ¿Qué tal si esta vez aplicaban lo que decía el manual? "HACER COMO SI" y entonces algo sucedería... o tal vez no. Igual no pasaba nada. Pero al menos no serían como aquellos seres que se sientan a ver pasar la vida y se contentan con eso. Esta vez se pondrían de pie y saldrían a dar la batalla para ser derrotados con algo de dignidad.
Me estrellaré con la vida, con las circunstancias o con las personas... pero será una derrota triunfal.

Es que no entiendes. Tú no entiendes. Y yo te comprendo. Acepto lo que eres y como eres. Pero yo no soy así. Criticas mis lágrimas. Criticas mi proceso de duelo. No entiendes que alguien pueda amar de manera distinta de como lo haces tú. Pero agradezco esta posibilidad. Estas lágrimas y el round.
Porque finalmente así es la vida. Distinta para quién. Pero al final igual para todos. Mortal de necesidad. Y quien no toma riesgos y asume las consecuencias luego. Critica a esos irracionales tokkōtai  del amor.

Es válido. Cada quien es tan valiente o tan cobarde como elige ser. Dicho de otro modo mas rebuscado, elegante y gentil: "cada quien habla de como le va en la feria".