Una historia


Juan Salvador voló. Tomó riesgos y voló al otro lado de la frontera. No era extraño. Las gaviotas no reconocen límites territoriales marcados por los hombres. Seguía sin pareja. No construía nido alguno. Seguía solo. Y solo seguía.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Juan Salvador es una gaviota que no le gusta volar con la parvada.
No le gusta estar atado a un nido, le agrada volar de un acantilado a otro visitando nidos consolando gaviotas aunque por el momento esta en un celibato forzoso sin embargo prospectos no le faltan.

Insumisa dijo...

¿Consolando gaviotas?
El Juan Salvador del que yo quise escribir, era uno, que al igual que el personaje principal del libro de Richard Bach, buscaba superar sus limitaciones. No ejercer de "consolador" o contador de infaltables prospectos.
Pero es bueno tener información extra, para cuando me anime a escribir de nuevo sobre el tema.

Insumisa dijo...

Acabo de releer esta publicación después de 9 años. En nueve años pueden pasar muchas cosas. O no pasar nada. En estos años he ido y venido por lugares que han llamado mi atención. Conocí muchas ciudades y pueblos, playas, sitios arqueológicos, museos, parques, montañas y hasta cerros. He pasado por duelos terriblemente dolorosos. Dejé de escribir como acostumbraba hacerlo. Dejé de leer. De alguna forma he salido adelante. He cultivado nuevas amistades. Estoy retomando la lectura. Hoy sentí la necesidad de escribir de nuevo y sobre todo me ha hecho INMENSAMENTE FELIZ un nacimiento. Dicen que la vida es como las impresiones que tiene un electrocardiograma. Picos y bajadas. Y así debe ser. Porque cuando la linea es recta, ya estas muerto.