sábado, 1 de marzo de 2014

"Las rejas no matan"


Las guayabas fueron el primer indicador de que las cosas regresaban a la normalidad. Percibió el aroma de esos frutos por la nariz ¡la nariz! después de cuatro semanas de no captar olores ni sabores, finalmente las guayabas regalaban su perfume a quien debían. La nariz.
Y quien sabe si fue por eso, pero amaneció cantarina la mujer. Vino a su memoria una canción de "rompe y rasga":  

"QUE LABIOS TE CIERRAN LOS OJOS 
LOS OJOS QUE A BESOS CERRE 
AURORAS QUE SON PUÑALADAS 
LAS REJAS NO MATAN PERO Sí TU MALDITO QUERER"

Cosas raras que tienen los amaneceres nublados. ¡En su vida había cantado eso.! Además, al salir por la puerta de la terraza y pasar por el comedor, vio los vinos que permanecían intactos desde las fiestas navideñas. Le dieron ganas de estrenar  un Merlot. Pero eran las seis de la mañana. No era menester. Para por la noche tal vez... aunque quien sabe, con tanto antibiótico y medicamento, nebulizaciones y jarabes... ¿y si se "cruzaba"?

"AMO LOS PÁJAROS PERDIDOS, QUE VIENEN DESDE EL MAS ALLÁ, A CONFUNDIRSE CON UN CIELO, QUE NUNCA MAS PODRÉ RECUPERAR..."

Pues sí, amaneció con ganas de cantar...