miércoles, 16 de marzo de 2011

No me quejo

Pero se ha ido. Con ella se fue algo muy importante... supongo. Aquella sensación quemante me ha dejado. Creí en su momento que no terminaría jamás. No es que la eche de menos. Se quedó el pálpito de la tristeza. Leve, sempiterna al parecer. Pero no me fío. Si aquella se fue, imagino, porque quiero hacerlo, que la tristeza terminará por desaparecer también. 

martes, 15 de marzo de 2011

Curioso día

No quería ir, pero fui. Tampoco quería abrir, pero abrí. Es martes, los martes no son precisamente movidos, entretenidos o divertidos. Hice una venta, tuve una visita de mi padre y luego vino una mujer joven, pero con un alma ancestral y varias vidas a cuestas.
Una historia personal terrible me fue narrada. De esas que te hacen sentir ridícula con tu paquetito de penas y quejas egocéntricas. Escuché por mas de una hora, derramamos algunas lágrimas. Después pregunté su nombre. Lo olvidé... pero su historia no. 

miércoles, 2 de marzo de 2011

Fórmula

La cosa es así. Soy una fácil. Ya me enamoré de los 25 enanos. No debió ser. Acaban de notificarme que el idilio termina el 31 de marzo. Aunque sabía que era por poco tiempo, de hecho un tiempo incierto, soy de esas inútiles que no cambian. Se hacerlo de una sola manera y así seguiré. La única fórmula que ha funcionado en el pasado y lo sigue haciendo en el presente es: respetar tu trabajo, respetarlos a ellos, ser firme, constante, disciplinada, mostrar interés y escucharles. Disciplina + Amor e invariablemente ellos responden.