jueves, 10 de febrero de 2011

Entrañables

Es temporada de ballenas. Uno puede tomar el bote que sale del puerto de Ensenada para acercar al turismo donde los cetáceos. Lo malo de eso es que la travesía en esos viajes de avistamiento dura 4 horas. Y la verdad, salir a mar abierto en uno de esos botes no tan grandes, me acobarda un poco. Tal vez me anime alguna vez, pero por el momento me contentaré con ir al carnaval.

Son curiosos los recuerdos mas entrañables que de pronto me asaltan. Y no se exactamente a qué se debe. Pero la tarde que subí hasta el Palatinado en Heidelberg, Alemania. El paisaje del entorno, el clima. Un viento suave y fresco que agitaba mi cabello. Recuerdo haber estado tarareando alguna melodía. Iba sola. Me quedé a solas. Pero llevaba amor en mi corazón... igual que ahora.

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