lunes, 1 de agosto de 2011

¿Cómo saber?

Entre las cosas que "no hubiera hecho" por mi cuenta, estuvieron: leer un libro de Carlos Cuauhtémoc Sánchez (aunque yo llevaba mi propia literatura, la verdad es que me sigue dando flojera "El péndulo de Foucault")  y ver una película de esas que no me gustan ni de pasadita. Es decir, leí un libro completito porque tenía buen tamaño de letras y vi una película de corte religioso-cristiano debido a que en un trayecto de mas de 35 horas en autobús, no hay demasiadas opciones.
Tengo una amiga que es adicta a los libros de auto-ayuda. Y como no me gusta demasiado que me insistan con ciertas cosas, a veces concedo, sin demasiado entusiasmo.
El trayecto parece interminable por el desierto de Sonora. Cuando se viaja por tierra, hay que cruzarlo todo y chutarse además el estado de Sinaloa, con clima caluroso y extremadamente húmedo. Paisajes secos, calientes, desérticos y peligrosos (por lo que se dice de Sinaloa y sus cárteles) por cierto que comentaron mis compañeras de trayecto, pasamos por donde acababan de asesinar a 10 agentes en una emboscada, sobre la carretera internacional, adelante de la ciudad de Los Mochis, donde recientemente habíamos parado a cenar. Iban en busca de alguien a quien no encontraron y por no irse de "oquis", dejaron sobre el asfalto a los agentes de la ley. Me enteré del terrible suceso después de lo acontecido, porque afortunadamente iba dormida.
Eso nada mas de entrada, dejó una desagradable sensación en el ánimo. Nos habían advertido que las cosas estaban feas y peligrosas en el estado de Michoacán, pero mucho antes de llegar, la violencia imperaba, al parecer, en todos lados.
El autobús iba lleno. Sobre todo de señoras. Algunas de 60 y mas. Dos o tres familias completas. Dos parejas maduras. Pocos adolescentes, tranquilos y educaditos todos. Un par de pre-adolescentes muy mimados, y mujeres entre los 30 y 50 años de edad.
El espacio personal en esas circunstancias se ve muy reducido. Abarca el asiento donde te toca ir. El portaequipaje sobre tu cabeza y el espacio bajo tu lugar. Un escuálido e incómodo reducto.

"CONTRAVENENO"... el libro de Carlos Cuauhtémoc Sánchez... el alma envenenada de una mujer por la traición de su compañero de vida... errores de ambos... catastróficas peleas... un tipo infiel que vuelve a serlo una, otra, y otra vez... "perro que traga huevos, ni rompiéndole el hocico aprende"... mujer herida, dolida, airada, iracunda, violenta, destructiva, vengativa, deprimida... negada. ¡Ughhh!

"EL BOMBERO QUE SE HIZO CRISTIANO"... en realidad no es ese el título de la película, pero por ahí va... una anciana pregunta a la protagonista casi al final: "¿Cómo sabes que no hará lo mismo cuando esté contigo?"... en referencia al tipo que sabiéndola casada, la corteja... si un tipo casado, corteja a una mujer casada... luego a otra... y a una mas... ¿qué te hace pensar?
Una primera vez, es CASUALIDAD.
Dos, es COINCIDENCIA.
Tres, es ACCIÓN HOSTIL... o patrón de conducta.

¡Mira nada mas las cosas que una tiene frente a la nariz y no ve... hasta que las nota!

Y esto nada mas comenzando el viaje... aun no llegábamos a Nayarit.



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