miércoles, 9 de enero de 2013

Beatífica


Hace un par de semanas, fui invitada a una reunión. La persona que convocaba y yo, somos amigas desde que ambas egresamos de la misma carrera. Invitó a mas personas que conocimos por la época. Amigos suyos, conocidos míos. Inevitablemente recordamos aquel tiempo. Compartimos actualidades, recordamos a los que se han ido, conocimos a los nietos de algunos. En fin. reunión social de viejos tiempos. Hubo un pelo en la sopa. El esposo de una de aquellas antiguas compañeras ES ODIOSO. Lo fue en aquel entonces, cuando solo eran novios. Pero se ha refinado. Hoy lo es mas. De hecho creí que estaba borracho y por ello es tan "sangre de cochi". Me hicieron la aclaración de que: bebido o en su sano juicio, es alegador. De la clase de aquellos que siempre quiere tener la razón y a "todos tiros" decir la última palabra. Horror de horrores. Salvando las maneras políticamente correctas en esas circunstancias, salí de esa reunión lo mas rápidamente que pude. Me negué a regalar mi tiempo escuchando mas de lo necesario a un necio.

Conduciendo de camino a casa, mi imaginación, como siempre, hizo de las suyas. El necio de marras es de baja estatura. Tiene una timba enorme. Intuyo que por ser bebedor de cerveza consuetudinario, o tiene "malito" su hígado y por eso su estómago abulta tanto. Viste como leñador de cuento. Su cara rubicunda es de poros dilatados, cejas espesas y poca frente. Lleva el cabello desaliñado sobre los hombros. La barba descuidada y con pequeñas porciones de alimento en ella. Sus ojos son redondos, diminutos y hundidos casi hasta la nuca. La nariz ancha, cacariza y prominente. Sus manos gruesas, toscas y muy pequeñas. Casi desprovistas de uñas. Con claras señales de ser arrancadas con los dientes. Sin parar de hablar y dar opiniones que nadie le solicitaba, contradiciendo a la persona que tuviera la palabra en ese instante. Ni cuando tenía la boca llena de comida dejaba de hablar. Un verdadero fastidio.  En una obra teatral infantil, le quedaría que ni pintado, el papel de Troll. Ni siquiera tendrían que gastar en maquillaje. 
Tranquilizado mi espíritu por esa cómica imagen mental, sonreí beatíficamente.

Pero, igual, encontré las contundencias de siempre, o casi siempre en mi cabeza.
  • DETESTO a los necios.
  • NO TOLERO a los borrachos.
  • ABORREZCO someter mi voluntad a la de otros, por los motivos que sean.
  • ODIO las  manipulaciones o los intentos de manipular.
  • DESPRECIO a los criticones sin oficio ni beneficio. 
  • ALUCINO a los que se creen inteligentes Y NO LO SON.
  • ABOMINO a los inteligentes que la juegan de pendejos o fingen humildad que no poseen.
  • ME PURGAN los agoreros y pesimistas por sistema.
  • SIENTO AVERSIÓN por la gente PEDANTE que corrige o trata de poner en evidencia a otros, sin venir al caso. Entiendo y acepto que hay situaciones y lugares para eso: escuelas, talleres, salones de clase, tiempo para "asuntos generales", discusiones y cuando alguien te pregunta. En suma, circunstancias pertinentes.  Pero ¿nada más porque si? ¡¡¡WACALA!!!
  • ME FASTIDIA eso de que me digan ¿TU? ¿A TI? y el infaltable: pues para ser "tal cosa"... "te falta, te sobra, te quedaste corta, te pasaste de lanza" y así hasta donde alcance. 
De acuerdo, SOY INSUMISA. Pero jamás dije "LA MAS INSUMISA" o la única Insumisa, o la espectacular Insumisa. Es un nick name que me viene la gana usar y PUNTO.

Las contradicciones encontradas aquí, son solo mías. Las negaciones, ocurrencias, fallos, locuras, errores, despotricaciones y mas. También. Si te incomoda no vuelvas, y si regresas PÁSALA BIEN. Que la vida es solo una y si la gastas en hacer corajes, rabietas o corrigiendo a los demás, igual se termina, cuando se tenga que terminar.

Beatíficamente, YO.

4 comentarios:

Soros dijo...

En tu cabeza tienes un manifiesto completo. Y seguramente casi ningún ser humano se libre de tus iras. Al menos yo no me libro pero, qué se le va a hacer, hay que aceptar a cada cual como es.
Apapachos.

Insumisa dijo...

Jajajajaja Señor Soros ¡Un gusto verte de nuevo en circulación!
En cuanto al "manifiesto de mis iras" hay mañanas, de hecho días completos en los que mis demonios interiores cobran fuerza. Lo mejor que puedo hacer en esos días es escribir. Al hacerlo en una hoja en blanco (virtual o de papel), mando a mis íntimos demonios a las mazmorras donde usualmente permanecen contenidos. Pero ahí están. Acechando el momento en que un rapto de ira, un paróxismo de soberbia, de cinismo y/o de encabronamiento supremo los libere.

Y sí. Tienes razón.

Abrazo de oso

Paz Zeltia dijo...

no sé si decir algo o marcharme calladita y sin hacer ruído... no sea que me toque recibir tus iras!

:)

aquí es la una y media de la mañana, me voy a dormir, lindos sueños, insumisa, cuanto tiempo!

Insumisa dijo...

Espero que hayas dormido muy bien. Y no temas decir nada querida Zeltia. Lo escrito, escrito está, pero estos escritos ni siquiera tienen tinta. Curiosamente he observado que un hombre puede escribir cosas y cosas y cosas. Sobre lo que le venga en gana y seguir siendo "el". A una mujer en cambio, si le da por escribir sobre temas parecidos, se convierte en automático en harpía... o algo peor. Así que me he determinado a escribir lo que desee, sin temer el juicio, que igual llega, pero lo haré. Simplemente PORQUE QUIERO DECIRLO.
Si de ramas, de ramas, si de pesares, borrachos o lirios, ÍDEM.
¿Ves?
Jajajaja
Besitos