jueves, 18 de octubre de 2012

Déjà vu


No, no, no. En cuanto intentaba colocar el pensamiento en su cabeza, ésta se rehusaba a ser invadida por semejante idea. Se resistía a pensarlo como algo posible, inclusive como una realidad alterna. Luego recordó que a los 18 le exasperaban lo obtuso y la falta de alcances. La necedad y la carencia de chispa, de arrojo y de ideales. En aquella ocasión, silenció las voces en su cabeza. Las circunstancias eran otras, las necesidades también, la inmadurez mucha. No obstante, una parte de su ser se opuso, tenía recelo, reservas basadas en la intuición. Cero experiencia. 
¿Cómo pasar el resto de tu vida con alguien tan plano, tan falto de carácter?
Pero lo hizo. 
Se equivocó y pagó las consecuencias.
Luego, una mente brillante se cruzó en su vida. Genial, encantador, erudito y divorciado... Pero al conocerle, era tan feo, que le resultó impensable plantarle un beso, como no fuera en el cerebro.
Después vinieron otros. No tan brillantes, no tan cerebrales, no tan encantadores. Egos insuflados, machos unos, acomplejados otros. Hubo alguno mas, encantador, cerebral, brillante... y misógino hasta el tuétano. Todos casados, con vidas personales algo aburridas, cazadores de mujeres en oferta. Pasó sin ver de todos ellos. Hasta que conoció un soltero disponible. 

Una vez mas desatendió el imperioso alarido de la intuición. No tuvo excusas. Esta vez no valieron circunstancias, necesidades o el pálido argumento de la falta de experiencia. Se casó, tuvo sexo, tuvo soledad en compañía. Tuvo una frustración tan grande, tan infinita, como aburrimiento cada día por el resto de su vida. 




6 comentarios:

Soros dijo...

Confío más en la suerte de encontrar que en la perseverancia en el buscar. Pero creo que, en cualquier caso, ninguna vida es plena ni perfecta al cien por cien. Así que, por mi parte, no me quejo. Es más, me considero afortunado.
Tu historia hace pensar qué ha sido de uno o de una después de vivir bastantes años.
Gracias.

Insumisa dijo...

Es una historia que pudiera ser o no, Soros. Pensamientos e imaginación de un "y si..."

Gracias a ti, por comentar.

En cuanto a la "suerte de encontrar", también me cuadra mas que eso de la perseverancia en el buscar.

Paz Zeltia dijo...

menuda fama tiene el matrimonio, de aburrido. lleva colgado el san benito.
aunque, entonces, no sé por qué todo el mundo quiere tener una pareja, y enamorarse y no estar solo y eso.

Insumisa dijo...

Y esa, mi querida Zel, es "la pregunta de los 64 mil".
Como si al casarse, las cosas mágicamente se compusieran o adquirieran un tono rosa para siempre.
Bueno, hablo desde los 50, que a los 20 las cosas son de otro color... o lo eran, ya ni se.

Apapachos

Paz Zeltia dijo...

claro que eran de otro color, si.
:-)

gracias por ir a leer mis textos a pesar de estar en gallego.
Es verdad que en el último hay palabras que el traductor no alcanza; me apetece ponerte aquí la traducción, me tomo la libertad de usar tu espacio, espero que no te moleste.

LA FOTO

No sabía cuanto había olvidado hasta que el recuerdo surgió entre los escombros de la amnesia. Fue por la foto que apareció un día, como testimonio del olvido. La memoria congelada en una fecha en tinta que el tiempo transformaría en tatuaje azul.

Detrás de las contras flotan motas de polvo en el haz de luz que entra por una rendija, en la hora adormilada de la calor. Llena el cuarto el zumbido de una mosca negra. Y el del viento. Aquel aire loco que amenaza con llevarse la casa, dejarnos huérfanas de cobijo.
Tçu empujando la puerta contra él, tu sujetando la falda, tu arreglándote la pañoleta, tu rezando. Santo los dice santo fuerte santo inmortal líbranos señor de todo mal.

Pero el huracán levantó el tejado.
Y vino, y se te llevó, la serpiente voladora.

Insumisa dijo...

Por supuesto que no me molesta, Zel. Todo lo contrario, agradezco que me hayas colocado la traducción completa; porque como te he dicho en otras ocasiones. Escribes desde muy dentro. Tus publicaciones son llegadoras, como decimos acá. Me gustan.

Gracias