martes, 11 de octubre de 2016

Tanto como fuera posible

Por un tiempo, Abraham Lincoln y ella no fueron amigos. Aquello de "Casi todas las personas son tan felices como deciden serlo" le sonaba discordante. ¿Cómo no va a querer ser feliz uno? Si es la meta, el fin, ¡la cuestión! Pero pasan cosas: las del tipo que no deseas, las del tipo que no imaginabas, las cosas aborrecibles... dolorosas. 
Así que dijo: "No gracias, a mi no me vendes esa idea" Y siguió transitando por la zona pantanosa en la que sin saberlo a ciencia cierta, se había instalado. Subsistiendo detrás de alguna especie de opacidad. Se veía normal. Tal vez menos sonriente que antes, con algunas lineas de expresión mas marcadas. Pero funcional. 
Un día, navegando por la red, notó que hubo quien publicó: "No, no sufro de amnesia; solo me acuerdo de lo bonito y de lo que quiero acordarme. Se llama memoria selectiva, y es muy saludable tenerla" y ella replicó (con bastante amargura) "Seguramente que el Tercer Reich agradece infinitamente esa postura." Nadie dijo nada. De hecho, tengo la sospecha de que la ignoraron. Pero cabe la posibilidad de que ni siquiera la hubiesen leído. Pero ella se leyó. Muy ufana por cierto. Esperando réplicas. Regodándose, segura de tener la razón... buscando camorra. 
Ahondar en las racionalizaciones de un ser cuya cabeza, visión, olfato y sentido de la realidad estaban tan corruptos como fuera posible por "x" o "y" razones, sería el cuento de nunca acabar. Así que añadiré que para mi sorpresa encontré hoy un comentario de ella misma: "A final, reconozco que esa sentencia tiene toda la razón. Guardar, cargar y acariciar los recuerdos feos en tu alma equivale a traer siempre contigo un saco de excremento pútrido que alguien defecó estando enfermo. Obnubila tu sentido del olfato y ya jamás te percatas de los lindos aromas que gracias a Dios, siguen existiendo. También esa pestilencia nubla tu visión. La estropea, entorpece y corrompe. Abraham Lincoln tenía razón "Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años." 

3 comentarios:

Soros dijo...

Claro que buscando camorra... y hasta resistiéndose a dejar la bronca consigo misma, como si, por no poder morder a alguien, estuviera dispuesta a morderse a sí misma. Y es que antes muerta que renunciar a la pelea. ¡Dios, qué pasión!
-¿Por qué es usted tan impenitentemente picajosa!
-¿Picajosa yo? Ni por pienso. Pero, si quiero, canto otra.
;-)

Insumisa dijo...

Jajaja ¿Me sabes algo o "me hablas al tanteo"?

Soros dijo...

Sólo imagino. Pero, por lo poquito que la conozco y por eso de "Insumisa", me da a mí que no ando muy descaminado.