Hace un par de sábados, asistí a un taller de trabajo. El fin de este, es (mas o menos y simplificando al extremo) que lleguemos a buen término en las circunstancias actuales, con lo que se es y con lo que se tiene. No con lo que se quiere ser y tener. Nos hicieron escribir un par de epitafios. Sobre una hoja con el dibujo sencillo y lineal de un par de lápidas. Debíamos escribir sobre la primer lápida cómo sería nuestro epitafio si muriésemos en ese/este momento.
En la segunda lápida, escribimos cómo querríamos que dijera nuestro epitafio, al final de nuestras vidas.
¿Qué tal?
Hasta se me salieron unas lagrimillas de la emoción.
3 comentarios:
Si te vale:
"Aquí yace el Soros y el Lan, ambos murieron en contra de su voluntad."
Saluditos.
Jajajajajaja de pronto tuve una epifanía e imaginé al Soros y al Lan pataleando y gritando agarrados de una cabecera de metal negándose a ir con la Parca.
Pues sí. Tras tanto renegar de las injusticias de la vida al Soros y al Lan les apetece vivir y no ven con buenos ojos la cosa de la muerte aunque, hoy por hoy, tampoco le tienen tanto miedo.
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