La verdad no quiero. Pero debo volver a mi querido cacho en el desierto. Descubrí con bastante desagrado, que parte de lo que me mantiene aquí, es una especie de fuga geográfica; no solo el placer de estar en la Cenicienta del Pacífico.
Esta mañana preparé café con lágrimas... llevo encima un coctel de sentimientos y emociones que no he querido bautizar.
Pero debo volver, Hoy o mañana daría lo mismo. El caso es tomar al toro por los cuernos y cerrar capítulos.
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