jueves, 5 de mayo de 2011

Reiterada

Hace un par de días, una amiga me preguntaba si no temía estar sola. Ayer, una señora preguntó lo mismo. Durante los últimos meses me han hecho esa misma pregunta ¿No te da miedo estar sola?

Invariablemente he respondido "no".

Digo, si se trata de inseguridad pública, todos estamos en riesgo. Actualmente no hace distinción la delincuencia entre personas solas o acompañadas.

Puedo valerme sola todavía. No se si llegado el momento de la vejez, las enfermedades, las desgracias o cosas así, la vida comience a amedrentarme. Por el momento no. De hecho, ni siquiera tengo la seguridad de que lleguen, entonces sigo adelante intentando construir y reconstruirme.

Quiero imaginar que así seguiré. Aunque no lo se. En esta vida no hay garantías de nada. Bueno, sí. La muerte es la única garantía. Pero no me entretengo mucho a pensar en eso. Creo fervientemente que es mas triste una soledad en compañía. Estar al lado de alguien por codependencia, por un mal entendido sentido de responsabilidad o aguantar una mala, o mediocre relación por obligación moral es feo.
Conocí el amor. Conozco el amor, lo he disfrutado, he amado con intensidad. Me aferré a muchas cosas y a una sola persona. Aun no estoy lista para correr ese riesgo de nuevo. Honestamente por el momento no me interesa.  
Hoy debo amar de manera diferente. Antes, eran los demás y después yo. Ahora debo aprender a colocar las prioridades de manera distinta. Primero yo y después todos lo demás. Porque no se puede dar lo que no se tiene y porque nadie mas puede vivir mi vida. La vida de cada quien es su muy personal responsabilidad. La sufres. la padeces o la disfrutas como venga. Intento quedarme con los recuerdos de lo bueno y dejar ir todo lo malo. De ese modo, la carga se hace mas ligera y puedo seguir avanzando.

4 comentarios:

Soros dijo...

No es la inseguridad lo que suele preocupar a los que están solos. Tampoco es el no poderse valer por uno mismo. Aunque ambas cosas hacen que la soledad sea menos llevadera y a veces, si la minusvalía personal es grande, sea imposible vivir en soledad. Pero lo contrario de la soledad no es la delincuencia, ni tampoco es desvalimiento. Lo contrario de la soledad es la compañía. ¿Se puede habituar una persona a vivir sin compañía? Esto es lo que te preguntan tus amistades. Y seguramente lo hacen porque se ponen en tu situación y les parece difícil que alguien pueda acostumbrarse a esa celda sin barrotes que es la soledad.

Soros dijo...

Lamento mucho que los comentarios no queden reflejados en el blog.
Éste es sólo una prueba que estoy haciendo para ver si ya se ha resuelto el problema.
En el mío tampoco han quedado los tuyos.
Gracias, como siempre, por tus palabras.

Insumisa dijo...

Fue algo que llamó mi atención. Pero quedó aclarado. Fueron los duendes caprichosos. Definitivamente.
Gracias por tus letras. Como siempre, asertivas.

Soros dijo...

Veo que, milagrosamente, ha aparecido mi primer comentario. Y no sé por qué ni cómo pero ahí está.